Pa' parir hay que tener "babilla"

Este fin de semana usted celebra a su mamá, después de que le hizo una pachotá la semana pasada, no la visitó e ignoró su llamada.

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No los estoy juzgando, yo he hecho todas esas cosas, pero hoy es justo y necesario hablar claro en cuanto al tema de ser madre.

Con crías planificadas o no (como yo), la cosa es que respeto a las que deciden ser madres, porque ser mamá está pal’ de difícil.

Para empezar, son nueve meses de cambios en el cuerpo y nuevas experiencias que las películas han querido hacer ver como algo hermoso. Pero a mí que no me vengan con que está nítido tener náuseas a cada rato y no poder verte los pies (ni ese espacio tan preciado por el que saldrá el bebé).

Después viene parir. Yo creo que una de las razones principales por las que no quiero hijos es por el proceso de dar a luz. Dicen que ningún dolor en el mundo se parece… Déjeme contarle que yo me senté en el piso a llorar por un dolor de barriga, así que, no gracias. Ese dolor yo no lo quiero. Mis respetos a las que lo han soportado. Pa’ parir hay que tener “babilla”.

La falta de sueño, los vómitos en la camisa, la caca hasta en la cara… Los niños son como enanos borrachos. Hay que tener los pantalones en su lugar para bregar con eso durante meses y hasta años.

¿Cómo no respetar a una persona que tiene que dejar su vida a un lado para encargarse de otra? Y es que desde el momento en que una madre da a luz, creo que nunca en su vida vuelve a dormir tranquila.

Sí, los hijos dan las felicidades más grandes del mundo, no lo dudo. Pero tan bien, las más grandes tristezas. Las (buenas) madres viven histéricas, se fajan, se desviven y hacen hasta lo imposible por sus hijos, para que usted tome decisiones a lo loco que ponen a su vieja a llorar.

Me he dado cuenta de que las madres no son capaces de describir el amor que sienten por un hijo. Quizás en ese caso siempre las voy a envidiar porque nunca he sentido un amor así por alguien. Tampoco quiero ser madre porque no quiero pasar por grandes tristezas… No quiero que alguien le haga daño a una persona que amo tan desenfrenadamente, no sé que haría. Me aterra tener que pasar por la pena de perder un hijo; ninguna madre debe enterrar a su cría.

Entonces, todos mis temores me llevan a volver a cuestionar: ¿cómo no respetar a las madres? ¿Cómo no sentir admiración por estos seres que tomaron el riesgo de traer una vida al mundo con la esperanza de que fuera una buena persona? Es más, hasta la mamá más irresponsable hizo algo por usted: lo parió.

Si te tocó una mamá difícil, brega con eso, de seguro tienes cosas de ella (porque aunque nos duela aceptarlo, aprendemos de nuestros progenitores). Te prometo que tu mamá no hace o te dice cosas por joder, lo hace porque es su manera de demostrar afecto.

Esta semana hasta los que pensamos que no tienen madre, están llevando a su progenitora a Ponderosa.

Hoy en Facebook todos aman a su mamá; todos se han botado felicitando a su mamacita y la pobre señora peleando con el celular porque no sabe bien ni cómo darle “like” a la foto… Mire, deje el amor cibernético, abrace a su vieja todos los días y pelee menos con ella.

Recuerde que hay quienes no tienen quien le cataletée (y a nosotros la cantaleta no nos va a durar toda la vida).