Un hombre de 33 años llegó al hospital y explicó a los médicos que se había tragado un celular Nokia 3310. El hecho ocurrió en Kosovo, sureste de Europa.
Fue operado de emergencia para que los ácidos del teléfono no se diluyeran en su interior.
Tras este hecho insólito, el doctor Skender Teljaku, cirujano jefe, publicó la radiografía y el procedimiento en su Facebook.
De acuerdo a lo señalado por el diario Metro, la cirugía se realizó sin ningún problema y no hubo necesidad de abrir la zona abdominal. El celular se separó en tres partes y se logró extraer con una endoscopia sin necesidad de abrir el estómago.
De acuerdo al medio local ’Ekspress’, el cirujano aseguró que la batería era la parte más peligrosa del teléfono porque podía explotar.
¿Cómo llegó hasta ahí? Hasta el momento no se ha dado a conocer esa información.
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