Contexto

OJO: La lucha contra la Junta no es la lucha contra la Marina de Vieques

Ante el machete despiadado de la Junta han despertado nuevamente los sentimientos de lucha y combate contra la imposición imperial del gobierno federal sobre Puerto Rico.

Y cómo ya es costumbre, han salido las voces de todo el espectro político llamando a las trincheras para luchar contra la Junta Colonial aduciendo que como el Pueblo ya se unió una vez para Vieques, lo podemos volver hacer ahora.

La lucha contra la Marina de Vieques fue una que unió prácticamente a todos los sectores de la llamada &#39sociedad civil’ puertorriqueña en una sola voz en contra de la ocupación ilegal y salvaje de la Marina.

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Pero, el Pueblo en aquel entonces, se enfrentaba al gobierno de los Estados Unidos, un enemigo con recursos ilimitados para alargar la agonía hasta mas no poder, sin embargo, las circunstancias distintas. Había un presidente demócrata en la Casa Blanca, un gobernador demócrata en Puerto Rico, un Congreso abierto a escuchar, un aparato militar costoso y obsoleto en periodo de paz pero sobre todo, un liderato político local maduro y capaz de poner pausa a sus agendas particulares para luchar por el bien común que era devolverle la paz a los viequenses.

Hoy las circunstancias del País nos enfrenta a una Junta de Control Fiscal, que viene con la encomienda de cuadrar la caja para cumplir con una deuda. (legítima o ilegítima) Pero esa junta no responde a los intereses de la Casa Blanca, ni a los del Congreso, sino, a los que verdaderamente mandan en el Gobierno de los Estados Unidos, el complejo bancario y especulativo de Wall Street.

Si, estamos en medio de una guerra puramente contable, de dólares y centavos y no hay mucho que podamos hacer. Hoy el País se encuentra en una situación socioeconómica grave, pero peor aún, está más dividido que nunca. Ese abismo monumental en el Puerto Rico de  hoy requieren de un re enfoque en las estrategias de lucha.

No, no basta con pedir una concertación de pueblo en contra de la Junta cuando tienes tantos intereses y egos encontrados que perpetúan la eterna división en el País.

Y es que cómo se está dando el modus operandi de nuestros amos bancarios, el choque entre grupos en conflicto es inevitable. La fragmentación de la Isla del Encanto es tal que nadie quiere ceder para llegar a unos entendidos que permitan articular un solo mensaje contundente contra un enemigo con recursos ilimitados y con el cuchillo en la boca.

Por un lado tienes a los estudiantes de la Universidad, que se enfrentan a los comentarios de analistas radiales que los llaman revoltosos. Tienes a los pensionados retirados, que fueron víctimas de un sistema que les prometió villas y castillas en su retiro y ahora no tienen como cumplir con sus obligaciones. Tienes a los jóvenes, con un desempleo monumental que los lleva a tener que vivir en situaciones precarias y ahora se tienen que enfrentar a la imposibilidad de encontrar un empleo con algún tipo de protección razonable. A eso se le añade aquellos que dependen enteramente del gobierno, ya sea por la reforma de Salud o por algún programa de beneficencia social. En ese mismo bote, se encuentran los empleados públicos que forman un bloque formidable de oposición en contra de cualquier medida que pueda afectar su bolsillo.

Y por último, tienes a una clase media, agobiada, que en su inmensa mayoría no depende del gobierno y su única interacción se reduce a pagar contribuciones, renovar el marbete y las utilidades básicas.

Entonces, en esa olla de grillos, hay que añadir a los grupos de interés que llevan la voz cantante en contra del capitalismo, el patriarcado, los transgénicos, las cesáreas, la pobreza, la escuelas charter, la estadidad, la fumigación, las cenizas de carbón, la Iglesia, el ateísmo, los activistas cibernéticos, los que se quejan de Tito Kayak, la legalización de la marihuana, el ELA, la independencia, la derecha, la izquierda, los que viven en Garden Hills y los que van a guisar de la Junta.

La guerra contra la Junta requiere de un liderato y una sociedad civil, capaz de lograr entendidos, de promover el consenso, de respetar los intereses encontrados y de reconocer de una vez y por todas, que no podemos tenerlo todo a la vez, pero sobre todo, poner en pausa nuestros intereses particulares porque en esta guerra se nos va la vida.

El País está en crisis, lo que queda está en fuga y requiere de entendidos honestos y sensatos para articular una ofensiva contundente y efectiva, que convoque a todos los sectores, desde el interesado políticamente hasta el apático fan de Alaîa. El Plan es sacar a la Junta, para construir un nuevo Puerto Rico.

Recordemos la Lucha de Vieques y aprendamos de los veteranos de aquel evento que antepusieron sus agendas particulares para lograr su objetivo y derrotar a la Marina mas peligrosa de la historia.

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