El presidente Barack Obama quiere que las empresas petroleras paguen un impuesto de 10 dólares por barril de petróleo para ayudar a financiar inversiones en trasporte limpio.
Obama formalizará la propuesta el martes cuando emita su solicitud de presupuesto final al Congreso. No se prevé que el impuesto tenga oportunidad alguna de éxito entre los republicanos que controlan el Congreso y se oponen a nuevos impuestos y a las políticas energéticas de Obama.
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Aun así, la Casa Blanca espera que la propuesta conduzca a un debate sobre la necesidad de conseguir que los productores de energéticos ayuden a financiar los esfuerzos para combatir el cambio climático.
La Casa Blanca dijo que los gravámenes serían utilizados para incrementar el fondo de 20.000 millones de dólares al año para la reducción del tráfico y la implementación de nuevos modos de transporte, como el tren de alta velocidad. Otros fondos ayudarían a reducir las emisiones de dióxido de carbono dentro de los sistemas de transporte regionales e integrar carros de conducción autónoma.
