Hace poco más de un mes me cambié de compañía de teléfono celular. Hoy es mi primer día sin servicio y como van las cosas, estoy segura que será mi primera noche también. Así que no me queda otro remedio que prender mi computadora y escribir para ustedes, mis niñas.
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En algunas ocasiones veo como poco a poco las mujeres obtenemos paulatinamente pequeñas victorias en este mundo que aún nos debe tanto. En otras, sonrió tristemente al darme cuenta de cómo nosotras mismas retrocedemos 20 pasos pa’ trás. ¡Y lo más triste es que perdemos cada una de las victorias cuando nos enfocamos en cosas tan triviales como el pelear por el cuerpo de una mujer!
Como es de esperarse, la asesora Andrea Victoria de Castro subió una nueva foto a Instagram en traje de baño de espaldas a la cámara. Al igual que en otras fotos se muestra segura enseñando sus nalgas. Cosa que no le debe molestar a nadie porque precisamente cuando uno va a la playa se pone el traje de baño que le de la gana y enseña lo que quiera del cuerpo, que es tan propio como las opiniones.
En segundos, la foto fue compartida, cuestionada y comentada. Salió en periódicos y también varios influencers o figuras públicas la compartieron para crear controversia. Muchos hombres encontraron a la joven atractiva. Otros, fea y chumba. Algunos hombres criticaron su cuerpo, pero otros no perdían tiempo y la defendían por ser ella misma. Nada mal para una isla de hombres que le tiran a lo primero que encuentran. It’s okay!
Las reacciones de las féminas no se hicieron esperar tampoco y es en ese momento donde me doy cuenta que hay mucho que aprender. ¡Las mujeres criticaron a Andrea por subir una foto tal y como fue a la playa! Las mismas mujeres que van a la playa y suben fotos de su pasadía, las mismas mujeres que se tiran 20 fotos distintas en las palmas de espaldas, las mismas mujeres que suben fotos con su traje de baño porque no importa cómo te veas sino cómo te sientas, fueron las que criticaron a Andreíta por unas nalgas que para ellas no son lindas.
Mujeres, vengan a acá y charlemos un rato. ¿Ustedes no son las mismas que luchan porque a las gorditas se les trate con respeto? ¿Ustedes no son las mismas que luchan para poder romper con los estereotipos de la belleza? ¿Ustedes no son las mismas que comparten fotos y memes de lo que se supone sea la verdadera belleza en las redes sociales? ¿Ustedes no son las que aplauden cuando un flaquito está con una mujer en sobrepeso?
No sé si me confundí de país, pero aquí las mujeres son esas que luchan y se apoyan para que el maquillaje, la ropa, el tipo de cabello y su manera de pensar no sea criticada ni atacada en una sociedad machista. Ustedes son las que por años han tratado de demostrar que el hombre debe cambiar su manera de vernos y que de pensar que somos un objeto de carne, piense que somos tan poderosas y talentosas como ellos. Entonces, ¿cuando se trata de usted y de su autoestima hay que ser fuerte y mostrarse tal y como es, pero cuando se trata de una figura pública hay que hacerla pedazos porque es chumba? ¿Pero ustedes no son las que semanas anteriores decían que tener o no tener nalgas no debe ser algo que afecte?
Tanto que criticamos a los hombres. Tanto que condenamos la doble moral. Tanto que luchamos para que seamos tratadas con respeto, para que en una foto de alguien con un cuerpo que no es perfecto, perdamos todos esos años de luchas y trabajo. No sé si se han dado cuenta, pero el feminismo no es algo nuevo. Hay muchas valientes que se tiran a la calle a protestar por nuestros derechos. Hay muchas valientes que han dejado su pellejo en la brea para que hoy nosotras podamos hacer lo que le criticamos a Andrea: mostrarnos sin vergüenza como somos. Existen tantos colectivos que buscan que seamos aceptadas, que promueven la igualdad entre los pares y que nos enseñan que debemos respetarnos y unirnos si queremos que nos dejen de ver como personas sin derecho a ná; solo a ser un pedazo de carne y ustedes como que no entienden.
No hay duda. La mujer es maldad. Y la peor enemiga de la mujer es otra mujer. En un mundo donde queremos que las mujeres se empoderen y salgan adelante, ustedes no ayudan. En un mundo donde queremos que no seamos juzgadas por nuestra apariencia, ustedes no ayudan. En un mundo donde queremos que la mujer se muestre sin miedo y llena de seguridad, ustedes no ayudan. No, no ayudan porque no se vale apoyar lo que les conviene y obviar lo que no. No ayudan porque no critican a la gordita que se puso un traje de baño de dos piezas, pero a una que enseña unas nalgas no perfectas (para ustedes) sí la critican. No ayudan porque están fomentando el odio y la belleza superficial. Y definitivamente no ayudan, porque están dándole al hombre, con esos comentarios, la oportunidad de que siga ligándose culitos bonitos y obviando lo que verdaderamente importa.
Come on, girls! ¿Qué importa si una mujer tiene nalgas grandes o nalgas con celulitis? No queremos que sean esclavas de un gym y que no se sometan al bisturí, pero con los comentarios porque su cuerpo no es perfecto, las invitamos exactamente a hacer lo que condenamos. ¿Me siguen? Seamos objetivas, la seguridad que ella muestra es la misma que debemos tener todas al momento de pararnos frente a una cámara o a un hombre. Dejemos de pelear y ofender porque alguien se muestra tal cual y usémoslo de ejemplo para que las otras mujeres puedan caminar seguras con su tono de piel, su tipo de cabello, sus libras de más, su cicatriz en la cara, sus pies planos o su barriguita con chichitos. A la larga somos mujeres poderosas, atractivas y emprendedoras con la celulitis o sin ella.
Odien a Andrea De Castro por “bruta” o por lista, por trabajar sin tener estudios, por ser una influencer mala, pero por favor, no odien a Andrea Victoria por su cuerpo. Por su cuerpo no, mujeres.