Igual que a muchos desde que comenzó la cuarentena me quedé sin empleo, el 31 de marzo para ser específico. Desde ese día me dediqué a tratar de solicitar todas las ayudas en lo que consigo nuevamente empleo, cosa de no perder lo poquito que tengo por falta de dinero, solicité los cupones, los benditos $1,200 y por último y no menos importante desempleo.
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¿Por qué dejo lo del desempleo para el final? Porque en estos tres meses sin empleo se han encargado de sacarme canas verdes con su ineptitud y falta de profesionalismo. Una vez solicito desempleo, a la semana me llega una carta de que fui elegido para recibir las ayudas, en cuanto tiempo voy a recibirlas y la cantidad que recibiré. Esa misma semana me llegaron los papeles para reclamar mi semana, todo en orden hasta ahí.
Entro a reclamar mis primeras semanas y veo que dice que tengo un punto controvertible por vacaciones en abril, me comunico a mi antiguo trabajo para ver de que manera me podían ayudar, ellos me notifican que cuando pasan estas cosas, el Departamento del Trabajo corrobora con el empleador para arreglar el problema y listo, sigo reclamando mis semanas porque asumo (cosa que no debí hacer) que ya todo se resolvió y de nuevo aparece el punto controvertible.
Hice llamadas, escribí a todos los mails que me dieron y vi en redes sociales sin éxito alguno. Me escribe una amiga de la universidad y me da dos nuevos mails para escribir. “¿Qué tengo que perder?”, me dije a mí mismo. Vuelvo, escribo y nada. Al cabo de dos semanas me responde el correo una muchacha explicando el por qué del punto controvertible y cito: “Usted recibió liquidación al ser despedido de su antiguo empleo y por esto no podía reclamar las semanas en abril”.
Le pregunto que cómo se supone que con la liquidación que de dieron en mi antiguo trabajo, que fueron unos $1,000, yo pagara todos mis gastos: apartamento, celular, internet, compra… Luego le pregunto que cuál es el procedimiento a seguir para que se resuelva el punto controvertible. Envío evidencia que me despidieron y de mi estado de cuenta. Todo lo que me pidieron les entregué.
Una semana después me llega una carta explicando que mi punto controvertible se había solucionado, que no me iban a pagar las semanas reclamadas en abril, pero las próximas semanas sí, que era cuestión de esperar a que los cheques llegaran. Incluso, la mujer que me atendió me preguntó si había hecho los trámites para el depósito directo, que no lo hiciera que eso es otro reguero que era mejor esperar a que llegaran los primero cheques y después hacer esta gestión.
Las cartas para reclamar mis semanas seguían llegando y yo seguía reclamando online cada dos sábados como explica en la carta que te envía desempleo cuando te aprueban el seguro. Al sol de hoy me deben ocho cheques de $790 cada uno… saquen la cuenta de cuánto es lo que me deben.
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Esta semana me cortaron el celular y decido postear en mi Facebook: “Sin celular hasta que desempleo me pague” la intención inicial del mismo fue para clientes que me deban dinero lo vieran, se sintieran mal y me pagaran lo cual en parte ayudó.
Me escribe un panita por inbox a mi Facebook hablando de una ayuda que él tuvo y quizás me podía ayudar a mí también.
“Dame tu número para explicarte con calma”, me tira a WhatsApp y me dice: “Este es el número, le escribes y le dices que eres amigo de tal y tal que si te puede ayudar”. Mi primera reacción fue preguntar si de verdad valía la pena la inversión… “sí, le explicas tu situación y él te resuelve y no te cobra hasta que no haga la vuelta, en mi caso fueron $150″… Y yo pensando: “¿Cómo? ¿Qué me venden un número pa’l cheque del desempleo? ¿Será por esto que no llegan los cheques?”.
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Hablando con mi mamá, me dice que para hacer la fila en desempleo hay que ir de madrugada y aproveché el “jangueo reducido” para matar el tiempo y llegar a la fila del desempleo. Llegué a eso de las dos y cuarenta de la madrugada y ya había una larga fila de personas esperando ser de los 300 escogidos para cita. Son 300 turnos por día, si te dan turno viernes es para lunes y así. No caí en los 300, pero sí vi varias cosas que me llamaron la atención.
En la fila habían personas haciendo la fila —valga la redundancia— pero para vender su turno, mientras más temprano la cita, más caro cuesta el turno, los mismos fluctúan entre los treinta y setenta dólares. Ellos mismo se te pegan y te lo ofrecen: “¿brodeL te quedaste sin turno? Yo tengo turnos para hoy aprovecha”.
¿Por qué tengo que pagar por algo que por derecho es mío? Está cañón que tras todo el dinero que nos roban, nosotros mismo nos pongamos trabas por conseguir par de pesos por el lado.