Contexto

¡Los 25 de 2017! #25 - Un plebiscito soso

Nota del editor:

Han sido muchas las cosas que han pasado en este año 2017, a punto de concluir. Huracanes, peloteros con pelos pintao&#39s de rubio, plebiscitos, Rossellos y Rossellitos, Yulinas y Oscares, motines masivos, conejos malignos, funcionarios disfuncionales, en fin… hubo de todo, de algunas cosa más que otras y de otras cosas menos que unas.

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A continuación, les ofrecemos los 25 asuntos – no, no son personas, ni sucesos… son asuntos – que creemos fueron los más impactantes para Puerto Rico, según las bestiales reacciones de nuestros ejemplares lectores. ¡2017, vete ya! ¡Feliz Navidad y próspero año nuevo!

 

#25 – Un plebiscito soso

Ricardo Rosselló Nevares prometió que si ganaba iba a hacer un plebiscito y tan pronto se trepó en la tarima frente a la sede del PNP al concluir las elecciones de 2016, empezó a trazar la ruta hacia unos nuevos comicios electorales para volver a votar sobre el estatus.

Sin embargo, básicamente quienes votaron fueron los seguidores del PNP.

Veamos porqué.

En inicio, el plan era que el plebiscito tuviese dos opciones: estadidad en una esquina e independencia/libre asociación en la otra opción.

Ante esto, en una clásica estrategia de “pues no me gusta y por eso no juego”, los del Partido Popular Democrático (PPD) decidieron no avalar el proceso.

Mientras, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) inicialmente dijo que participaría. Incluso, hubo hasta una coalición entre el senador Juan Dalmau, el popular soberanista Manuel Natal, su media naranja, la excandidata independiente a la gobernación, Alexandra Lúgaro, y hasta el excandidato a la alcaldía de San Juan por el Partido del Pueblo Trabajador, el cineasta Tito Román.

Esta alianza se formó para respaldar la opción de independencia/libre asociación.

Sin embargo, justo cuando se esperaba que finalmente hubiese un plebiscito sin el ELA, vino el Departamento de Justicia Federal a echarle una purruchá a todo lo que ya había cuadrado la mayoría PNP de la legislatura y la Fortaleza de Rick Ross.

Sí, fueron los propios federicos los que decidieron incluir una tercera opción: el estatus actual de Puerto Rico.

Así las cosas, el Gobierno de Rosselló Nevares terminó haciendo un plebiscito en el que, bueno, votaron básicamente los seguidores del PNP.

Con muy baja participación electoral, un 97.17 por ciento de las personas que salieron a votar en el plebiscito sobre el estatus de Puerto Rico, optó por la opción de la estadidad.

Bueno, según datos de la página web de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), un total de 486,725 electores eligieron la estadidad. Esta cifra superó a la de la independencia, que obtuvo un 1.5 por ciento de los sufragios de 7,543 votantes. Mientras, solo un 1.3 por ciento eligió el estatus actual de Estado Libre Asociado (ELA) por parte de 6,609.

En otras palabras, la estadidad corrió sola. Ahora… ¿cuánto caso le hicieron las autoridades de los Estados Unidos a este plebiscito?

Bueno, pues todavía están esperando que le den la estadidad. De hecho, el &#39Gobe’ impuso una comisión para bregar con eso de la estadidad, en la que figuran grandes paladines estadistas como los exgobernadores Luis Fortuño, Carlos Romero Barceló y su propio padre, Pedro Rosselló Nevares, y, también… el pelotero del Salón de la Fama, Iván Rodríguez.

Claro, que ahora los huevos a los estadistas se le pusieron a peso, empero, con el embate del huracán María y el aparente empeño que el Congreso de los Estados Unidos tiene con que esto siga como una colonia.

De hecho, con las medidas recientes que ha tomado el Congreso contra Puerto Rico, como el impuesto de 12.5% en las exportaciones de productos de empresas que radiquen en Borinquen, y con la respuesta lentísima de los federales para con el pueblo puertorriqueño luego del huracán, pues no parece que esta gente quiere que el archipiélago del coquí sea parte de “la gran corporación” de la que siempre habla Blanco Pi, el viejito cubano de Wapa Radio.

Así que, amigos estadistas, fotutos “anónimos” de Twitter y gente decente como Dávila Colón y Peter Muller, parece que tendrán que tratar otra vez. Cualquier cosa, su presidente Donald Trump tiene rollos de papel toalla para que sequen sus lágrimas.

 

 

 

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