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La inestabilidad escala a niveles críticos en Haití mientras el pueblo lucha en la calle (VIDEOS)

El presidente de Haití, Jovenel Moïse, dijo el lunes que ha solicitado ayuda humanitaria al gobierno estadounidense, mientras manifestantes que exigen su renuncia salieron de nuevo a las calles, en la séptima semana de protestas que han causado el cierre de muchas escuelas y negocios en todo el país.

El mandatario también dijo durante una entrevista con Radio Metropole que Haití puede convertir la crisis en una oportunidad, a la vez que reiteró su llamado al dialogo con líderes de la oposición que organizan las manifestaciones.

“Estamos en un momento muy difícil”, dijo.

Moïse no dio detalles de la ayuda que ha solicitado, según informó The Associated Press.

Poco después de que habló, miles de manifestantes marcharon de nuevo por partes de Puerto Príncipe, molestos por la corrupción, la elevada inflación y la falta de productos de primera necesidad, como gasolina. Líderes religiosos y empresariales también han pedido la renuncia del presidente, y cientos de policías se sumaron al pedido el domingo.

Más de 2 millones de niños no han podido ir a clases por casi dos meses como resultado de las manifestaciones, en las que ha habido más de 20 muertos y más de 100 heridos. La violencia pandilleril también ha aumentado en ciertas zonas debido a los disturbios. Hace poco cinco hombres fueron asesinados y descuartizados en la región de Artibonite, al norte de la capital, de acuerdo con Jean Castro Prévil, quien supervisa el departamento de policía de la región.

La embajada de Estados Unidos anunció que el lunes sólo ofrecería servicios de emergencia debido a la violencia.

Siguen las muertes por choques entre el Gobierno y manifestantes

Por otro lado, varios medios confirmaron que el pasado domingo dos personas fallecieron en una nueva jornada de protestas contra el presidente del país, Jovenel Moïse. Según informó el medio francés France 24, la oposición convocó una manifestación en Puerto Príncipe, la capital, que reunió a miles de personas y que no tardó en convertirse en otra batalla entre manifestantes y policía.

Un hombre fue acusado de matar a uno de los manifestantes. Acto seguido, varios de los participantes en las protestas acorralaron al hombre y lo lapidaron hasta que también perdió la vida. La agencia EFE confirmó ambas muertes.

La protesta del domingo también dejó varios locales públicos y privados incendiados, mientras que se produjeron algunos saqueos a comercios. Los manifestantes usaron cócteles molotov para provocar los incendios.

Los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los haitianos que protestan no son novedad en el país. De hecho, se calcula que una veintena de personas ya han perdido la vida en las últimas semanas de manifestaciones.

Este mismo domingo también se manifestaron varias decenas de policías para reclamar mejores condiciones de trabajo. Entre otras cosas, pidieron poder organizarse en un sindicato, algo que por ahora les está vetado. Aseguraron que, si sus peticiones no son escuchadas, podrían llegar a deponer las armas. Que manifestantes como fuerzas de seguridad estén encontrándose en algunos puntos refleja el hartazgo económico, político y social en una isla que arrastra una herencia de hambre y pobreza acentuada por la corrupción de la clase dirigente. Con rabia y hambre, los haitianos prometen seguir en las calles. El domingo fue el inicio de una semana de movilizaciones anunciadas por la oposición para pedir la renuncia de Moïse. El portavoz del opositor Sector Democrático y Popular, André Michel, lo describió así: “Habrá una verdadera batalla política. Lo que ya habías visto no significa nada. El juego de niños ha terminado. Todo el país se levantará. Todas las instituciones estarán cerradas. No nos vamos a rendir”. “Apelamos a la comunidad internacional a unirse al pueblo haitiano en su lucha por el cumplimiento de sus legítimas reivindicaciones”, agregó en un mensaje en Twitter.

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