Contexto

La estocada serena a Bernier en su propio batey

Una brisa fresca, una bienvenida y agradecimiento fueron lo que coronaron una larga lista de sucesos de una campaña atropellada y maltrecha del candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático, David Bernier.

Nunca antes en la historia política de este País, sobre todo tan cercano a una elección, figuras importantes de una colectividad se habían sentido tan emocionadas e identificadas con el endoso de un candidato, sin estructura política, contrincante del líder de su Partido.

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Lo curioso de esta &#39alianza’ es que llega en momentos que la Pava ha enfrentado los escándalos como los Bernier Tapes, los PavaLeaks de la encuesta de Peter Hart entre otros que claramente son indicios de un Partido altamente fragmentado, a raíz de una debilidad institucional de su Presidente.

Pero al ver de cerca esta alianza, no hay manera de concluir que se trata puramente de una movida electorera desesperada de último minuto para salvar sus carreras políticas. ¿Por qué hay que concluir esto? Porque no hay manera de hablar de una alianza mas allá de la elección. Por ejemplo, en el caso de Eduardo Bhatia. ¿A quién se le ocurrió aceptar y cabildear el endoso de Lúgaro cuando ella fue una asidua crítica del proyecto mas controversial de su presidencia en el Senado? No olvidemos, que fue precisamente la licenciada y empresaria educativa quien dijo, públicamente, que la reforma educativa de Bhatia era licencia para robar en el Departamento de Educación. Eso sin contar, que en la misma lista de endosos, la &#39candidata mas preparada a la gobernación’ también apoyó la gestión de Rossana López, quien todo el mundo sabe le quiere serruchar el palo a Bhatia. 

Entonces, ¿Cómo Luis Vega Ramos y Manuel Natal, quienes están abiertamente en contra de la Junta de Control Fiscal, celebran un endoso de una candidata que ha sido ambivalente con ese tema? No hay manera de concluir que a estas alturas, hay un reconocimiento tácito de que el candidato a la gobernación de su Partido está a la deriva, y con alta probabilidades de perder. 

La evidencia empírica, de cualquier encuesta o sondeo que usted lea o crea, apunta a que si las elecciones fueran hoy, Ricky Rosselló estaría prevaleciendo, que David perdería y que entre los dos candidatos independientes, Manolo Cidre y Alexandra Lúgar,  tienen entre 16 a 20% de la intención del voto en la elección general.

Pero esta movida, mas allá de lo evidente y que se trata de que la salvación política es individual, son evidencia de problemas serios en el PPD.

Y me explico.

La debilidad del PPD no necesariamente es por culpa de David, recordemos que el anterior presidente Alejandro García Padilla, era muy laxo y desorganizado en términos de la dirección del Partido. No había reuniones de los cuerpos institucionales de la Pava, pobre o ninguna comunicación con la base, entre otros asuntos, así que la Pava ya venía arrastrando estos issues serios. 

Pero aquí hay otro problema. Y es que David, por alguna extraña razón digna de una tesis doctoral, cuando cogió las riendas del Partido empezó a modificarlo a su imagen y semejanza. Parecía que decir ¡Que bueno es ser Popular! era como el demonio de las siete cabezas y la imagen política del Partido había que cambiarla. Y por ahí vinieron, los intentos torpes de modificar el logo, los nombramientos como directores de su campaña y la selección de un secretario general con ninguna experiencia política para la posición institucional mas importante de una colectividad. 

Pero la gota que colmó la copa, fue cuando comenzaron las acusaciones en el Caso Anaudi, donde pidió la renuncia de Jaime Perelló a la presidencia de la Cámara, pero peor aún, comete la imprudencia política, de convertirse en el primer presidente en la historia de esa colectividad en decir públicamente que no votaría íntegro en las tres papeletas, en una abierta invitación a los populares para que ejercieran su voto y sacaran a Perelló. Claro, después trataron de manejar el asunto diciendo que esto no era un pedido de voto mixto y whatever, pero ya el daño, sobre todo en sus aspirantes a la legislatura, estaba hecho.

Y la realidad es que, a pesar de cualquier intento, el PPD es un Partido que ha dependido de una coalición electoral para ganar. Esa &#39alianza’ puramente electoral ha sido explotada hasta la saciedad por la Pava y el meloneo le ha dado resultados, con márgenes cada vez mas estrechos, sobre todo en las últimas dos victorias (2004 y 2012) .

El problema de esas alianzas es que si no las cultivas y les das espacio dentro de la institucionalidad, en algún momento la gente se fatiga y se  da cuenta que los coges de pendej…

No me malintrepreten, uno de los problemas principales de este País es precisamente nuestra inhabilidad como colectivo en ponernos de acuerdo en cosas sencillas por el bien común. Pero, tampoco seamos ingenuos, esa unión no va llegar pidiendo el voto a varias semanas de una elección, para meter miedo porque el otro va a salir. Requiere reconocimiento, apertura y sobre todo, honestidad intelectual para reconocer cómo esas facciones externas a mi Partido, pueden aportar al bien del País y sacarlo del atolladero en el que se encuentra. 

Tiene que existir, cómo ocurre en otros lugares del planeta, un compromiso programático, genuino,  que vaya mas allá de ofrecerle a los candidatos de otros Partidos un puesto en el gabinete constitucional.

El PPD no ha trabajado en esa dirección, y no se merece, en lo absoluto, que los votantes realengos le presten su voto. ¿A cambio de qué?

Ahora bien, habrá que ver si el pedido desesperado de ayuda a los independientes llegó muy tarde y si en efecto, como se siente por los seguidores de esos candidatos, es una falta de respeto.

Pero que no quepa la miníma duda la celebración del endoso Lúgarista es una estocada serena a la aspiración de David y es un mensaje claro de que la base y los candidatos de ese Partido no lo ven como el líder de su colectividad.

¿Cuál será el resultado? Lo veremos el 8 de noviembre.

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