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Esta ave fue la heroína y evitó la extinción de una especie

Encumbrándose hacia el viento y después planeando hasta desaparecer de la vista, un cóndor de California macho voló de vuelta a la naturaleza después de ser parte de un programa de reproducción en cautiverio que ayudó a salvar al ave terrestre más grande de Norteamérica.

El ave de 35 años, llamado AC-4, salió de su jaula hace unos días en el cañón situado en la reserva natural Bitter Creek, en el condado californiano de Kern. Es uno de sólo 23 cóndores que existían en la década de 1980.

Fue el primer vuelo de AC-4 en libertad desde 1985, cuando un equipo del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos lo capturó cerca del mismo lugar. Fue parte de un esfuerzo desesperado por evitar la extinción del cóndor de California, cuya envergadura puede alcanzar más de 2,7 metros (9 pies).

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AC-4 necesitó sólo unos minutos para orientarse y salir volando de la jaula sobre el cañón, dijo Joseph Brandt, un biólogo del servicio de vida silvestre. Brandt estaba sentado cerca en lo alto de una colina para observar la liberación.

“Pasó volando encima de nosotros. Fue increíble”, dijo Brandt por teléfono el jueves.

Se cree que el envenenamiento con plomo fue uno de los principales factores que llevaron a los cóndores de California al borde de la extinción. Las aves ingieren fragmentos de balas de plomo cuando se alimentan de los cadáveres de animales cazados con armas de fuego.

Los legisladores de California aprobaron en 2013 una ley para eliminar el uso de balas de plomo en cacería para 2019.

Los biólogos creen que AC-4 tenía entre 5 y 7 años cuando fue capturado para el programa de reproducción. Fue el padre del primer polluelo que nació como parte del programa, un hecho que dio a los fundadores del programa grandes esperanzas de salvar la especie.

En total, AC-4 ha engendrado 30 polluelos que han sido liberados con éxito en la naturaleza.

“Mucha gente ha puesto su corazón y su alma” para salvar a los cóndores, dijo en un comunicado Jesse Grantham, quien fue parte del equipo que capturó a AC-4.

Este año, biólogos registraron 19 nidos de cóndor en el centro y sur de California, el número más alto en lo que va del siglo, dijo Brandt.

Los cóndores pueden vivir hasta 60 años en su hábitat natural y aparearse durante toda su vida, agregó Brandt.

Los biólogos esperan que AC-4, a quien colocaron una etiqueta de localización, encuentre una pareja antes de que termine la temporada de apareamiento este invierno boreal.

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