Comentario

Esa Julia sí tiene trucos

Una columna por Josué Montijo.

Confirmado. Julia Keleher, la secretaria del Departamento de Educación (DE), tiene más trucos que el cinturón de Batman. Ella no para de sorprender. Es una máquina en tales faenas, como si le pagaran (todo lo que le pagan) precisamente para eso.

¿Se acuerdan cuando hizo el papelón en el programa televisivo Jugando Pelota Dura a propósito del cierre de las escuelas? Sin encomendarse a nadie, y ante los cuestionamientos del conductor del programa, defendió la decisión de cerrar la escuela especializada Manuel Cruz Maceira ubicada en el pueblo de Comerío. Y la defendió sin empacho, segurísima, tirándose de pecho sin temor a guayarse. Es que se sabe, Keleher no cree en medias tintas y es de las que va pa’lante sin respetar pitcher.
 

Luego vino la pifia. LA PIFIA. Estrepitosa, triste, bochornosa pifia. Los argumentos presentados y sostenidos a capa y espada para cerrar la escuela (malas condiciones del plantel, falta de espacio, un parque de pelota inadecuado) quedaron públicamente rebatidos.

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Para salvarse, y por aquello de hacer un poco de damage control, sacaron un videíto usando el testimonio de estudiantes que pronto sería desmentido por los mismos estudiantes y sus padres, aduciendo que nunca se les indicó que sus testimonios fueron recopilados para tales efectos.

Pero eso a Julia no le quita el sueño. Qué va. Ella sigue a paso firme con su agenda.

Por estos días la secretaria Keleher compareció nuevamente al programa Jugando Pelota Dura para contestar preguntas sobre los asuntos concernientes al DE. Antes había dicho, a propósito del papelón sobre la escuela de béisbol, que no regresaría pues ella es de las que no se presta para darle rating ese tipo de programa. Pero volvió, vamos, todo el mundo tiene derecho a cambiar de opinión.

Mas no contaban con la astucia de Keleher. Según denunciado en las redes sociales todo aparenta ser un montaje pues los maestros que hicieron sus preguntas a la secretaria están vinculados directamente a su equipo de trabajo. ¿Pitcher y catcher le llaman a algo así? Nada, cuestión de irnos a la segura con las preguntas y no lucir mal.
 

Keleher, cuando hizo pizza junto a Jay Fonseca.

Las reacciones no se han hecho esperar, sobre todo por parte del magisterio que es el que sufre las decisiones de la secretaria particularmente en lo relacionado a sus términos y condiciones de trabajo.

Insisto, lo absurdo y hasta obsceno de este tipo de situación es que se percibe una complacencia atroz en el acto de ser burda y quedar en evidencia. Más allá, me resulta difícil de tragar el grado de permisibilidad con el que Keleher actúa, como si ella fuera una especie de James Bond con licencia para hacer lo que le dé la gana.

(El autor es escritor)

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