Comentario

Cooperativismo de trabajadores: el cambio está en nuestras manos

Por: Jean Carlos Rosario Mercado


Vivimos tiempos difíciles, históricos e impredecibles. Vivimos la destrucción de los ya precarios derechos laborales, un desempleo imparable, un empeoramiento del sistema de educación, de salud y un endeudamiento sin precedente, por solo mencionar algunas cosas.

Uno de los factores cruciales de lo que vivimos como país se origina en las políticas económicas neoliberales implementadas por los gobiernos de ambos partidos. Sin duda alguna, este modelo de política responde a la estrategia de las clases dominantes de nuestro país y del exterior para afrontar la crisis de acumulación de capital y de producción bienes que comenzamos a experimentar ya hace más de una década.

Recomendados

Pero no todo está perdido. Ante la coyuntura actual no basta con indignarse. Hay que levantarse, educarse y organizarse para poder plantar cara a todo aquello que es injusto e impuesto. Este momento histórico debe ser la oportunidad para que apostemos por un modelo de empleo autosugestionado, democrático, equitativo y solidario. ¡Vamos a crear nuestro propio trabajo!

Debemos superar la indignación y transformar la rabia en organización, en autogestión para la creación y/o recuperación de empresas que han cerrado y/o se han ido de nuestro país. Puerto Rico tiene su propia solución, no hay que salir a buscarla, y esta es la autogestión, una autogestión que busque el beneficio colectivo como país. No podemos sentarnos y esperar a que el estado venga a resolvernos los problemas. ¡Basta ya de esperar!

El mejor modelo para desarrollar la autogestión es mediante la apuesta de un modelo socioeconómico alterno: el cooperativismo. Un modelo cooperativo de trabajo basado en la organización democrática y administrativa horizontal, donde el trabajador y la trabajadora tenga el control de su lugar de trabajo, de su fuerza de trabajo.

Un modelo en el cual los trabajadores y trabajadoras se asocian para la realización de una actividad económica y política encaminada a satisfacer sus necesidades y aspiraciones como colectivo. Una organización que tiene por filosofía y por objetivo propio, brindar a sus socios trabajadores dueños puestos de trabajo, mediante su esfuerzo real y directo, a través de la organización común de la producción de bienes y/o servicios.

Este proceso de autogestión también debería afrontar y retar la relación salarial que vivimos bajo el sistema económico capitalista. Busquemos un modelo que practique la solidaridad retributiva; apliquemos una escala salarial más justa y solidaria. Un salario justo según su trabajo, un salario en el cual se pueda vivir dignamente. Debe plantear también un modelo alternativo que transforme las relaciones laborales, para no acabar en una mera lógica de creación de empleo que no cuestione su naturaleza social.

Adoptamos medidas para crear un entorno de trabajo seguro y de calidad. La vigilancia preventiva de la salud y el cuidado permanente por la seguridad laboral son nuestras principales garantías para proporcionar a nuestros trabajadores un entorno seguro y de calidad. Luchemos por acabar por las relaciones de poder, y más allá de que haya otros espacios sociales y políticos para disputar y transformar, considerando que gran parte del poder del capital se juega en el ámbito de la producción, pieza clave para la valorización del trabajo.

De tal manera que una estrategia que persiga romper con esta vieja lógica implica plantear el desarrollo de la gestión democrática del empleo para desarrollar complementariamente una economía del bien común, colaborativa, basada en el trabajo y empresas autogestionarias. Tenemos mucho por hacer y por aprender, pero el cambio está en nuestras manos, no en las manos del estado, ni de nadie más. ¡Vamos Puerto Rico!

*El autor es estudiante graduado de estudios laborales en el instituto Joseph S. Murphy (JSMI) de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY)

Tags

Lo Último

Te recomendamos