¿¡Politiqué!?

COLUMNA: El Caño necesita ver la luz al final del túnel

Desde el Caño Martín Peña y el G8 asumen la palabra en ¡¿#Politiqué?!

 

No vemos la luz al final del túnel. Sigue pasando el tiempo, tenemos una nueva temporada de huracanes a la vuelta de la esquina, y aún hay que continuar visibilizando lo que sucede en el Caño Martín Peña, hay que seguir luchando por la justicia ambiental que nos merecemos.

Y es que lamentablemente, a pesar de que desde el 2004 se estableció como política pública en Puerto Rico la importancia para el País de dragar dicho cuerpo de agua, arduo ha sido el camino para trabajarlo. La falta de fondos y de sentido de urgencia, tanto a nivel estatal como federal, han provocado que pasen los años sin que la infraestructura necesaria se culmine o que la limpieza del cuerpo de agua comience.

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Esta labor no recae solo en el gobierno local, sino que todo lo que se realice en relación con el dragado del caño se realiza en conjunto con el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos, quienes con lo que tienen jurisdicción sobre los cuerpos de agua de la Isla.

Por ello, durante esta semana, se envió a la oficina de Manejo y Presupuesto del Presidente Biden una carta solicitando que se incluyera el dragado como un proyecto prioritario de la administración federal, para que el Cuerpo de Ingenieros lo acoja este próximo año y pueda liberarse los más de 200 millones de dólares asignados para la etapa de construcción y limpieza del cuerpo de agua.

Y es que cada vez que el Cuerpo de Ingenieros pasa por alto nuestro proyecto es un año más de atraso en el proceso de ver nuestro caño limpio y navegable, un año más donde seguimos a la merced de los embates de la naturaleza, con la ansiedad de que nos coja un huracán o incluso una simple tormenta y nos inundemos hasta el cuello nuevamente,

Que conste que esta situación podemos trabajarla en gran parte también a nivel local. No podemos olvidar que existen fondos de recuperación, los famosos CDBG DR y MIT, que permitirían implementar las medidas de mitigación incluidas en el Plan de Desarrollo Integral, desarrollado a través de procesos comunitarios participativos a principios de los 2000. Las comunidades del Caño tienen la ventaja de que ya han planificado maneras de atender los retos y riesgos de vulnerabilidad precisamente porque llevamos padeciéndolos por décadas. Solo resta la voluntad del gobierno en atender este asunto con la premura que amerita.

No es falta de conocimiento sobre ello. En cada cuatrienio recibimos cientos de visitas de entes estatales y federales para ver las condiciones del cuerpo de agua y de nuestras comunidades, siempre dándonos la esperanza de que se moverán los asuntos hacia adelante con el fin de beneficiar a nuestra gente. Mas pocas son las visitas que realmente hacen que nuestro proyecto avance. Es doloroso y frustrante seguir viviendo en la incertidumbre.

Claro está, seguiremos luchando. No podemos olvidar que el dragado es un proyecto modelo de revitalización ambiental y económica, que no tan solo beneficiaría a las más de 22 mil personas que viven en las comunidades aledañas, sino también al País, devolviéndole un cuerpo de agua navegable. Somos modelo no tan solo en lo ambiental, sino que en nuestras comunidades se trabajan proyectos socioeconómicos en beneficio de los residentes y contamos con un fideicomiso de la tierra reconocido a nivel internacional como un ejemplo de tenencia colectiva dirigida por la gente para la gente.

Para continuar con nuestros proyectos y proteger a nuestra gente, necesitamos que el caño sane. El gobierno estatal y federal realmente deben trabajar para ello, siempre de la mano de la comunidad y de su liderato, el G8. No basta con que nos sigan visitando y hagan promesas huecas. Queremos que pongan su palabra en la acción. Necesitamos ver la luz al final del túnel. Pero ya.

* La autora es líder comunitaria, Coordinadora de Política Pública de FURIA Inc. y miembro de Junta de Mentes Puertorriqueñas en Acción.

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