Ante el desbarajuste sicosocial que vive la menor de las Antillas, un puertorriqueño, notablemente emotivo, no pudo contener sus lagrimas a la hora de relatar su situación tras detenerse en un semáforo. Le exigió lo obvio a sus colegas humanos, lo más simple: “Vamos a ayudarnos uno al otro”.
Este video demuestra que en Borinquen el cobre se bate de a de verás. Ya sea que vengas o vayas, la jodida situación social da duro.
“Vamos a ayudarnos uno al otro”, indica el ciudadano, entre lágrimas.
“Me sale del corazón hacer este video….”, dice de corazón el tipo.