Contexto

El caso de la doctora Ortiz: del acoso a la lucha de clases

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La doctora Gloria Ortiz en agosto de 2014 entró al “salón de la infamia” por unas expresiones que le hizo a unos pacientes en el Hospital Regional de Bayamón. En aquel momento, cuando uno de los pacientes le cuestionó su actitud “poco profesional”, la galeno le remató: “Y tú eres una ignorante, lee un maldito periódico. ¿Quiénes pagan la Reforma de Salud de este país? Yo, con mis taxes. ¿Tú pagas taxes? Ah, pues, nosotros somos los que pagamos la Reforma”. Al ser increpada por el público, Ortiz disparó: “Yo me escocoté estudiando en el maldito Recinto de Ciencias Médicas para venir a bregar con ustedes”.

“Por eso es que este país es una porquería. Ustedes lo que hacen es escuchar a Daddy Yankee. Coge un maldito libro, ignorante”, agregó antes de marcharse. El video fue publicado en las redes sociales y comenzó la indignación. La doctora Ortiz tuvo un “juicio mediático”, el pueblo pasó la prueba y la condenó. Asimismo, las féminas que tuvieron el acalorado debate con Gloria y la mujer que filmó la escena se volvieron las antagonistas de un problema que va más allá que una discusión de pasillo.

La doctora fue sancionada y suspendida de sus funciones. Poco menos de un mes, decidió renunciar pues “consideraba que la pesquisa en su contra estaba viciada”. En una comunicación escrita, Ortiz pidió disculpas “a todo aquel que pudo haber ofendido con sus actos o con sus palabras”. Poco supimos de ella después de ese incidente. Pero el daño ya estaba hecho, y no fue hasta este 19 de mayo que se volvió a saber de ella al conocer que había fallecido en su residencia.

Bullying cibernético: un factor clave

El presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Víctor Ramos comentó que la fenecida galeno sufrió un “bullying cibernético intenso”, y que la mujer hasta se tuvo que mudar a la casa de su madre por el constante acoso. Por su parte, el sociólogo Hiram Guadalupe expresó que “sí hubo una reacción desproporcionada con el video que se divulgó en consecuencia con las palabras que profesó la doctora”.

Para Guadalupe, este lamentable suceso es uno de los efectos que tienen las redes sociales. “Cuando a la doctora se le juzgó, se determinó que no tenía nada que cumplir. Se divulgó solo una parte (la reacción desmedida de ella) y la gente lanzó un ataque sin tener todo un escenario claro”, explicó. El analista social expresó que la gente se excedió y que sí hubo acoso en las diferentes plataformas sociales. “La doctora tuvo que mudarse con su mamá porque la cosa era fuerte. El propio gobernador pasó juicio y la envió a destituir sin tener toda la prueba”, indicó el profesor.

El trabajador social, Larry Alicea Rodríguez, también coincide que aunque las expresiones de Ortiz fueron desacertadas, sí hubo bullying y “el acoso venga de donde venga es inadecuado”. En Facebook y Twitter, el ataque es la norma, ya sea por política o por la controversia de turno. Ya es común que suceda algo y los protagonistas del escándalo sean vapuleados, no solo por programas de televisión y radio, sino por el público a través de las diferentes plataformas cibernéticas. “Cuando se trata de las redes la gente tiene que tener madurez. Esta señora a base de todo el acoso, tuvo que recibir tratamiento de salud mental”, indicó Alicea Rodríguez.

Lucha de clases

Cuando el video se propagó por Facebook y los diferentes portales, mucho se habló de la llamada “lucha de clases”: los pobres vs. la clase media. Los comentarios clasistas de la médico fueron la mecha que prendió una vez más este tema al decir sin tapujos que ella con el dinero que pagaba en impuestos mantenía el sistema de salud del país. Este tipo de expresiones es constante en los diferentes asuntos que se tocan en la discusión pública. Larry Emil comentó que “el sistema está hecho para privilegiar a unos pocos. La carga recae sobre la clase media. ¿Qué sucede? Esa situación ha llevado a que las personas tengan una tensión contra los pobres. La culpa es del sistema, porque es el sistema quien ha producido pobres”.

El país está polarizado, y no solo los de la clase media acusan sino que hay una una errónea idea de que muchos trabajadores al alcanzar una posición, tienen mucho dinero y no tienen problemas económicos. “Aquí hay un empobrecimiento de los sectores profesionales. El título no viene acompañado de una posición privilegiada”, dijo Guadalupe. El periodista también destacó las condiciones laborales de los médicos, quienes en algunas ocasiones tienen una jornada de trabajo que excede las 24 horas y que doblan turno por su compromiso con los pacientes.

¿Cambiará la actitud del boricua luego de este incidente?

Para algunos, este incidente creará una reflexión en los puertorriqueños a la hora de pasar juicio sobre algún suceso. El pasado agosto de 2014, la victimaria se volvió víctima; y aunque la opinión de las diferentes personas que tomaron a una postura nunca hará diferencia alguna en lo que ya ocurrió, algo sí podemos hacer: en otro suceso, no volver a brincar a conclusiones sin tener todos los ángulos.

¿Será esto posible? Para Hiram Guadalupe, siempre habrá una inclinación a favorecer la víctima, pero esto sienta un precedente para que sí haya una introspección entre los boricuas. “Esto nos enseña que un aparato telefónico puede ser tan nocivo como un arma de fuego”, manifestó.

No obstante, para Alicea Rodríguez esto continuará ocurriendo, y aumentará; no solo por los avances de la tecnología, sino por el estrés colectivo, las malas condiciones laborales y la economía en crisis. “Mientras el sistema siga siendo tan desigual, habrán más doctoras Ortiz”, finalizó.

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