Contexto

Carta de Dios a una cacatúa llamada Wanda Rolón

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Hola, Wanda. Soy Dios. Usualmente siempre me presento como Jesucristo para que se vea más informal, pero tú dime Dios, porque bastante que has enfanga’o ya mi otro nombre. Tú le has hecho más daño al cristianismo que lo que el señor Abdullah The Butcher le hizo a la frente de Carlitos Colón. ¿Qué vamos a hacer contigo, Wanda Enid?

Hace un tiempo -para ser exactos fue en marzo de 2011- que llamaste mi atención cuando dijiste que “al igual que los homosexuales, los afeminados tampoco podían entrar el cielo”. Ven acá, amiguis, ¿y quién a ti te dijo que tú tienes el control de acceso en los portones del cielo? ¿Quién te dijo que tú eres como una bouncer de pub que controlas los que entran y salen de mi reino? ¿Y si yo decidiera que las mujeres de pelo corto y pinta’o tampoco van a entrar al paraíso? ¿Y si yo hoy me levantara jartito &#39e odio y dijera que aquí no quiero cacatúas de 5 pies que usan gabanes de mujer? Sonaría arbitrario e irracional, ¿verdad?

Wanda, te voy a decir algo con toda franqueza: tú eres bien fácil de detestar. Contigo no hay un punto medio: o te quieren o te detestan… y al sol de hoy no sé de nadie que hable bien de ti. Ni siquiera “el Barney de los adultos”, José Nogueras. Ni siquiera Juancito, que es el más bonachón del corillo de machorros discípulos. By the way, Juan es afeminado, y míralo en el cielo.

Wanda, ¿recuerdas cuando apoyaste a Pedro Rosselló González? Incluso, hasta los metiste en revoluces, y ese muchachón casi tuvo que decir que era católico, rasta y hasta santero con tal no perder votos de lo demás seguidores de otras religiones. ¿Recuerdas cuando tu vaticinio de la victoria se fue al carajo? ¿Te acuerdas cuando demandaste a Univisión por una supuesta difamación y el caso se cayó? ¿Te acuerdas cuando subiste una foto mientras “llorabas en un avión” porque tu isla estaba mal? A eso acá en el cielo le llamamos “papelonera”, aunque a mí me gusta más la expresión “attention whore”.

¿Recuerdas cuando dijiste que “Ricky Martin era un embajador del infierno” porque simplemente no aprobabas la forma que él decidió vivir? Yo conozco algunos otros “líderes religiosos” que están constantemente disparando odio como cosa loca y buscando controversia pa’ escupir estupideces que solo creen división, pero en eso, Wandita, tú eres la &#39queena’. También me da vergüencita cuando en las reuniones entre divinidades, los otros me preguntan por ti. Yo les digo que la idea original era hacer de ti un muffin, te descuidé en el horno y salió una ser humana.

Los apóstoles de antes se metían en problemas por predicar sobre la justicia social y el amor, no por estar metiéndose en la cama de la gente decidiendo cómo y cuándo tienen que llegar al coito. ¿Quién eres tú, Wanda? ¿Quién te dijo a ti que tienes la potestad para decidir sobre la vida de los demás? ¿Quién te dijo que yo odio a los homosexuales? ¿Cómo llegaste a esa conclusión? ¿Brincaste a ella según tu interpretación al garete de unos versos que se escribieron antes de que tú dijeras tus primeras sandeces?

¿Por qué si tomas algunos versículos de forma literal no tomas los otros en los que se habla de la mujer como un objeto a la merced del varón? ¿Contéstame, cacatúa? Para algunas cosas te aferras a reglas obsoletas, pero en las que no te conviene, pues picheas. ¡La linda, mamá! ¡Qué mameyote! Usar un libro para juzgar y señalar no te hace mejor que Judas y que aquellos que me fusilaron en Gólgota.

Hace una semana salió un video en que estabas culifeliz y lo más jubilosa casi dándote puños en los senos porque “una profecía decía que tendrías un jet privado”. ¿Una profecía? O sea, que mientras yo le dije a Noé que dejara el cuero construyendo un arca, ¿se supone que yo te regale un avión? Mientras yo le dije a Abraham que tenía que sacrificar a su hijo como prueba, ¿tú esperas que yo te ofrende una aeronave?

Incluso, yo mismo fui a la Tierra a vivir como un pela’o, nací al lado de mierda de burros y cabras, tuve que joderme pa’ llevar el evangelio, y aún así me dieron una prendía que terminé clava’o en una cruz… pero tú vienes al mundo a exigir pleitesía como si fueras la reina de Toa Alta, como si no te estuvieses beneficiando vendiéndole “bendición” a la gente. Mera, Wanda, tú… tú eres una truhana. ¡Títera! ¿Qué más quieres? ¿Un país entero para que tu ego se mude a él?

A veces creo que el problema no eres tú, Wanda, sino los loquillos que te siguen. Wanda Enid, actually tú tienes seguidores, y no me refiero a follows en Twitter y likes en Facebook, sino una legión cargada de culpas, gente que afloja &#39toLta’ y te dan chavos porque piensan que tú eres la vía para llegar a la salvación. En momentos en que las personas buscan esperanza, hasta de un clavo caliente se agarran.

La gente cree que al perseguirte, van “fast pass” pa’l cielo, olvidándose lo que dijo mi panita Mateo (7:15): “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”. La próxima vez que Mateo se inspire, le digo que le añada a esa oración que los falsos profetas vendrán con ropa de Marianne Plus, blusas de boutique y lo más chulitos vestidos; exigiendo bienes materiales a cambio de una parcela en el paraíso. Tú, el Jorge Raschke ese, que lo que hace es meterle miedo a la gente, y el otro bambalán de Rodolfo Font, quienes sus mansas ovejas le regalaron un Mercedes Benz mientras ellos están en Nissan Sentras to’ estártalaos… todos ustedes pudieron cambiar muchas vidas para bien, pero eligieron rendirse ante el dios que me hace competencia: El Dinero.

Todos ustedes se contradicen con su mensaje que le dan a las masas sobre la redención, porque mientras hablan de un jamón treintón y barbú que intentó cambiar lo establecido “dando la otra mejilla”, ustedes promocionan el apocalipsis, porque saben que el miedo factura.

La gente necesita su dosis de fe, Wanda… tus secuaces y tú le venden un placebo. La expresión mercaderes del templo está gastada… ustedes son unos tráfalas. Hay más FE en una muchacha que usa el perfume de la Burbu pensando que va a encontrar marchante, que en todo tu grupo de canchanchanes disfrazados de predicadores.

Para finalizar, te voy a contar algo que constantemente estoy escuchando en las oraciones de los boricuas: “Dios, si en el cielo está Wanda Rolón, yo no quiero estar ahí. Mejor mándame pa’l mismísimo infierno con Kobbo Santarrosa”.

Gracias por nada, Wanda.

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