No hay pensión pa’ los narcos, pregúntenle a “Techo de Paja”, uno de los grandes proveedores de coca de Pablo Escobar y excelso bichote de la zona montañosa sudamericana, que merecería estar en el Salón de la Fama de los Narcos si eso existiese.
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Es una máquina. Sí, nos referimos al boliviano Jorge Roca Suárez, capturado el mes pasado en Perú y quien, luego de pasar 27 años en una cárcel en Estados Unidos, había vuelto a armar un nuevo cartel sudamericano.
El notorio “Techo ’e Paja” fue arrestado en Lima el 9 de marzo, durante un operativo conjunto entre agentes estadounidenses, colombianos y peruanos.
Según informan medios internacionales, como InfoBae, Roca Suárez había reorganizado su cártel y se dedicaba a sacar cocaína de primer nivel de las “cocinas” de Santa Cruz de la Sierra hacia Estados Unidos, pasando por Brasil, Venezuela y México. Llegó a ser uno de los grandes proveedores del Cartel de Medellín que lideraba Pablo Escobar. Luego de 7 años en una cárcel de alta seguridad de California y varios meses en una prisión de Bolivia, hasta que se fugó mientras estaba siendo tratado en una clínica privada de La Paz, decidió retomar sus labores de pequeño comerciante, intentando meterle las cabras a las autoridades pues en 2019 lo sacaron del radar policial al enviar mensajes de que ya no estaba en función como narcotraficante.
Fue el 16 de diciembre de 1990 cuando Roca Suárez y su esposa Cecilia fueron arrestados después de una redada de la DEA en su casa de 19 habitaciones en San Marino, California. Le cayeron con más de 30 cargos de narcotráfico, lavado de dinero, fraude bancario, evasión de impuestos y la exportación ilegal de base monetaria. Fue condenado a 30 años de prisión. Su hermana, Beatriz Asunta “Chunty” Roca, y su mujer recibieron una sentencia de cinco años por lavado de dinero. En una entrevista que concedió al diario boliviano El Deber, “Techo de Paja” dijo que había aprovechado esos años para estudiar y graduarse como abogado especializado en derecho político y penal.
Según narra Infobae, “en abril de 2018, le otorgaron la libertad anticipada y Suárez regresó a Bolivia. Apenas bajó del avión en La Paz fue otra vez detenido para cumplir una vieja sentencia a 15 años de prisión. Nueve meses más tarde, Suárez recibió un pase de diez días bajo supervisión policial para acudir a una clínica por una dolencia no especificada. Se escapó del lugar en la noche del 8 de diciembre de 2018. Desapareció hasta que en fue detenido el mes pasado en Lima”.