Comentario

Boricuas bestiales inundan a Puerto Rico

PUBLICIDAD

Estas pasadas fechas festivas y veraniegas siempre nos da esa oportunidad para comprobar que existen dos especies de puertorriqueños; los boricuas normales y los bestiales. Los normales regularmente son sencillos y viven con estrés diario. Los bestiales se caracterizan por rayar en lo exagerado e inverosímil.

El pasado fin de semana visité con unos familiares varios ríos en el área de El Yunque y pude percatarme que los boricuas bestiales aún no se extinguen y siguen su reproducción en masa. Pude observar varias familias que bajaron piedras, montañas y atravesaron hasta pequeñas charcas para llegar al lugar que deseaban. Esto no es lo bestial, lo curioso más no sorprendente, fue que andaban con más de tres muchachitos, una enorme carpa, &#39play yard’, varias ollas y hasta el perrito de la casa.

Entiendo que esta especie de boricuas bestiales quieran pasarla cool y nice, pero a quién rayos se le ocurre llevar una enorme carpa a un río, cuando en su mayoría hay sombra y en plenos tiempos de sequía y racionamiento. No cae ni una lloviznita y queremos protegernos de huracanes, terremotos, tsunamis y hasta volcanes subterráneos.

No conforme con esto, llevan bocinas tipo party de música electrónica. Estas bastantes decentes y la especie normal de boricuas piensan que pondrán música chévere tipo de playa, verano, sol, arena, agua dulce, cervezas… Pero no, los bestiales no dejan de sorprenderme y ponen bachata. ¡Bachata! De hecho, pienso que el himno oficial de esta especie debe cantarlo El Torito o El Bizcochito, sonaría muy duro y le rendería honor en su máxima expresión. Los que me conocen saben que detesto este género musical. Me parece sacado de lo más bajo de la cafrería en el mundo. Pero, ese tema lo tocamos en otra sabora columna. Seguimos…

Para rematar una actividad muy común de los bestiales. Un día después de darme el placer en los cuerpos de agua de esta joya del Caribe, compartía con un buen amigo en un conocido establecimiento de Isla Verde. De momento, llega esta fémina, asumo que de la especie bestial por su manera de actuar, llamó “cab…” al que aparentaba ser su esposo y hasta llamó “pend…” al amigo que andaba con el hombre. La mujer, en tacas y con un fabuloso dubie, le armó una perreta frente al estacionamiento del lugar ante la mirada de muchos que se encontraban allí.

De estas cosas uno se ríe, pero hacen pensar que la salud mental en la isla está pero en picada como la economía de Grecia y Puerto Rico juntas. ¿Por qué demonios tenemos que pensar que una persona nos corresponde y que es de nuestra propiedad? ¿Porque nos dice &#39te amo’, porque nos da placer sexual y porque decidió compartir su vida conmigo? Si piensas así eres un boricua bestial, psyco, futuro presidiario y tienes rasgos de carácter de La Taína.

Volviendo al río. Al menos yo cuando voy a darme el chapuzón llevo una toalla, algo de alcohol y algo para picar y no morir de hambre. De hecho, pienso cada cual con su ideal y que vivan como quieran, pero con sentido común y control queridos bestiales sin frenos.

En serio, un mensaje a esos bestiales: No cambien que son buenos para los famosos memes en Internet, conversaciones jocosas en esos grupos de WhatsApp con amigos y son un tema picante para los que despotricamos en columnas. De verdad, algunos son chéveres y los puedo tener de amigos en Facebook.

En conclusión, hay que medicarlos. Esta gente es parte de nuestra cultura, raíces y hasta pagan impuestos como los normales. No es que estén mal, es que se siguen reproduciendo como guimos y los normales nos vamos extinguiendo. Somos boricuas. Diferentes, unos educados, otros mal hablados y otros con mala ortografía en las redes sociales, pero en fin todos en el mismo barco; pagando impuestos y tratando de sacar a Puerto Rico del atolladero. #AyMiraBye

Tags

Lo Último