Contexto

A un mes de la petición de renuncia de O’Neill

Se paseó como si nada en El Festival de la Patita de Cerdo Guisá, convocó una conferencia de prensa para expresar que no renunciaría a su cargo como alcalde, ordenó una aparente investigación contra varios periodistas, se reunió con Sagardía y fue a vigilar una obra en San Patricio porque le salió del forro. Todas las acciones que llevó a cabo el alcalde de Guaynabo City, Hector O’Neill mientras recae sobre sus hombros un mandato de renuncia por parte del gobernador de la Isla, Ricardo Rosselló.

La historia comienza así:

Fue un 4 de marzo de 2017 cuando el gobe Rosselló solicitó a O’Neill, en un plazo no mayor de 24 horas, que presentara explicaciones al pueblo sobre su conducta en el alegado caso de hostigamiento sexual contra empleada del municipio.

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Horas más tardes se difunden, a través de las redes sociales, expresiones FALSAS de la víctima, las cuales explicaban que no había controversia alguna ni diferencias con el santo de Guaynabo, digo, con el alcalde.

Al día siguiente, 5 de marzo, O’Neill convocó una conferencia de prensa para anunciar que no renunciaría a su silla de alcalde y explicar, al ritmo vago de su lectura, que no utilizó fondos públicos en el proceso de demanda.

Tras aquella aparición pública, O’Neill no volvió a dar la cara. Sin embargo, más casos seguían saliendo a la luz. El 10 de marzo un grupo de mujeres llegó hasta las inmediaciones del castillo, es decir, del City Hall, y en son de protesta, exigieron la renuncia de O’Neill. Coquí, coquí, porque al protagonista de esta controversia nunca se le vio ante el suceso.

Entonces el 16 de marzo, la periodista Ivette Sosa publicó en su cuenta de Twitter que el licenciado Antonio Sagardía se había reunido con O’Neil EN SU CASA.

A todas estas, llegó el 22 de marzo, y aún cuando la petición de renuncia seguía vigente, O’Neill es sorprendido por el periodista Jorge Gelpí mientras vigilaba la obra de construcción que se lleva a cabo en San Patricio. O’Neill vuelve aparecer y manifiesta a los cuatro vientos y en televisión nacional: “¿Quién te dijo que yo voy a renunciar? Estoy defendiendo mi derecho, que yo tengo”.

El 27 de marzo Ricky volvió a pedir la renuncia, pero O’Neill siguió en su pichaera y haciendo caso omiso.

Ayer, 4 de abril, la vicealcaldesa, Aurialis Lozada Centeno y otras cuantas empleadas del municipio, efectuaron una conferencia de prensa para hacer tremendo papelón y defender a su bendito y eyaculador patrón.

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