Una mujer blanquita estadounidense decidió desde el fondo de su corazón llevar internet satelital a comunidades indígenas aisladas en las Amazonas. Casi nueve meses después, las comunidades han cambiado, y no para el bien.
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Según el New York Post, a Allysin Reneau se le ocurrió la maravillosa idea de llevar el internet satelital de Elon Musk, Starlink, a comunidades indígenas. Al principio fue una bendición, pero con el tiempo ha resultado en crear vagancia.
“Cuando llegó, todo el mundo estaba feliz. Ahora, las cosas han empeorado”, contó Tsainama Marubo, de 73 años.
Una de las comunidades que recibió el internet fue la tribu de Marubo que cuenta con 2,000 miembros.
El internet ha sido favorable para contactar a las autoridades en casos de emergencias, pero pa’ lo otro ha chavado a la comunidad.
La tribu de Marubo es una comunidad casta y que cree el sexo es para el matrimonio, pero desde que llegó el internet han comenzado a rodear videos de porno en mensajes de texto.
“Estamos preocupados que gente joven lo quiera intentar”, mencionó Alfredo Marubo.
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De igual forma, comentó que ya se ha notado “comportamientos agresivos sexuales” en algunos de los miembros de la comunidad.
Asimismo, la gente se ha puesto vaga y no quieren trabajar, y eso que que la tribu depende de la sembra, la caza y la recolecta para sobrevivir.
“Algunas personas jóvenes mantienen nuestras tradiciones, pero otros solo quieren estar toda la tarde viendo el teléfono”, añadió TamaSay Marubo.
La cosa se ha puesto tan mala que han tenido que limitar el uso del internet en la comunidad.
Los Marubo solo pueden acceder el internte por dos horas cada mañana, cinco horas en las tardes y todo el día los domingos.
