Un equipo de investigadores italianos llegó el jueves por la mañana al borde del espacio, a bordo de un avión propulsado por cohete de la firma Virgin Galactic, mientras la empresa aeroespacial estadounidense se prepara para realizar vuelos comerciales mensuales.
El vuelo despegó de Spaceport America, en el desierto de Nuevo México, con dos oficiales de la Fuerza Aérea Italiana y un ingeniero del Consejo Nacional de Investigación de Italia, quienes hicieron una serie de experimentos de microgravedad durante sus pocos minutos de ingravidez.
Uno de los pasajeros usó un traje especial que medía datos biométricos y respuestas fisiológicas, mientras que otro realizó pruebas usando sensores para rastrear la frecuencia cardíaca, la función cerebral y otras métricas mientras estaba en microgravedad. El tercero estudió cómo ciertos líquidos y sólidos se mezclan en esa gravedad tan débil.
Virgin Galactic transmitió en vivo el vuelo en su sitio web, mostrando el momento en que la nave se soltó de su avión de transporte y encendió su cohete. El viaje completo tomó alrededor de 90 minutos, y el avión aterrizó en la pista en medio de vítores y aplausos por parte del personal de Virgin Galactic.
Con los copilotos de la nave, el vuelo marcó la mayor cantidad de italianos en el espacio al mismo tiempo. El coronel Walter Villadei, un ingeniero espacial de la Fuerza Aérea Italiana, celebró desplegando una bandera italiana mientras experimentaba la ausencia de gravedad.
Los próximos viajeros de Virgin Galactic serán los primeros de cientos de personas que han comprado boletos, muchos de los cuales han estado esperando durante años su oportunidad de vivir la sensación de ingravidez y presenciar la curvatura de la Tierra. Se espera que esos vuelos comerciales comiencen en agosto y se programarán mensualmente, informó la compañía de turismo espacial.