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6 pasos para sobrevivir con el "budget" universitario - NO PUBLICAR -NATIVE

La vida en la universidad es hermosamente catastrófica. (Así le decimos para evitar entrar en detalles de terror).

Durante esos años de arduo estudio, cuentas con poco presupuesto. A la Universidad muchos llegan sin saber cuadrar ni una cuenta del Kids Club, así que hay muchos que cuentan con las habilidades de cuadrar sus finanzas personales, así como el gobierno cuadra su presupuesto. Algo tenemos claro, hay que mantener los servicios esenciales, es decir, hay que estirar el peso para comer.

Pero, no tema, compañero. Aquí te damos seis orejitas para que puedas sobrevivir estos años de pobreza estudiantil.

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1. La comida recalentada es parte de la supervivencia.

Para poder sobrevivir una semana en la vida de un universitario, es esencial la planificación. Y con esto a lo que nos referimos es que el domingo, luego de irte con los friends para la playa o quedarte en la casa viendo el maratón de tu serie favorita, hagas un plan de la comida que te vas a llevar para la semana.

Así, por ejemplo, cocina arroz o pasta en cantidades que te duren para varios días. Tu mamá será el ser más querido sobre la Tierra cuando te ayude en esa tarea. Ahora, es importante separar bien la comida que te llevarás. Los arroces en sus envases sellados con papel plástico. Las Ziplocs de distintos tamaños serán la clave para llevar las carnes adobadas o cocidas separadas por días, los vegetales y las frutas aparte y hasta vas a buscar en el pan de la casa de los viejos, para en un Ziploc llevarte exactamente diez rajas de pan. Lo bueno es que hay Ziplocs de todos los tamaños, con zipper sencillo y hasta doble para congelar que serán tus mejores aliados de los domingos en las tardes. Con la cantidad de comida ya contada y dividida, en la semana lo que haces es buscar el microonda más cercano y calientas la comida. Así evitas arruinarte económicamente y hasta puedes comer mas saludable.

2. Cachetear o compartir o como quieras llamarle pero en la unión está la fuerza.

El arte de cachetear o de ir a cuanto invento te llamen siempre y cuando haya comida es la práctica mas común. Uno se convierte en un maestro de la ciencia oculta del cacheterismo. También si no quieres ser tan caripelao, puedes unirte con otros panas que están igual de pelao&#39 que tú y unir fuerzas. Es decir, uno lleva el arroz, el otro las habichuelas y así sucesivamente. En la unión y la división está la fuerza para salvar tu bolsillo.

3.El nuevo libro que regirá tu vida, el de cupones.

Olvídate de lo que digan, cuando uno llega a la universidad uno va a cuponear con gusto y gana.  Las libretitas que las grandes cadenas de comida rápida regalan van a ser tu nueva biblia. O sea, que te den 20 “nuggets” por dos pesos, mi hermano, ese es el cielo en la tierra de todo universitario pelao’. Es más, puedes reciclar una de las Ziplocs ya vacías de la semana para guardar dos o tres “nuggets” para llevarte a esa clase nocturna en la que atacan los munchies.

4. Lo mío es tuyo y lo TUYO es Mío, ¿verdad familia?

La familia no tan solo es un círculo de apoyo emocional, sino que también son fuentes de comida. Bueno al menos sus neveras y alacena lo son.  Esos fin de semanas que bajas para tu casa, en vez de esta tirao’ cogiendo fresco, ve y visita a tus familiares y recoge todas las sobras que te puedan dar. A casa de abuela, “sí, empácame para llevar”. A casa de titi, “sí claro, me llevo un poco de carne y de tostones listos para freír en par de Ziplocs para el hospedaje”.

5. La verdadera pregunta es: ¿beber o comer? 

A menos que tengas un palito de chavos sembrado en un tiesto en su apartamento proveedor de dinero, no te puedes dar el lujo de beber de lunes a jueves. En la vida universitario o comes o bebes, pero las dos cosas no se pueden hacer. Debes hacer un plan, conocer todas las mezclas habidas y por haber que te puedas dar el palito sin gastar mucho dinero. Es ahí donde llevar comida desde la casa el domingo cobra mayor importancia.

6. Sopas que salgan a mil por chavo prieto.

Para el presupuesto de un universitario, hacer una compra de $30 es un lujo.

Así que cuando vayas hacer compra, agarras todas esas sopas de noodles que le hechas agua y “finito” comida del día. Estas sopas sobreviven una bomba nuclear, sino que no tienes que tener mucho poder adquisitivo para comprarlas porque en el supermercado te vende diez por un peso. ¡Qué ganga! Recuerda que si te sobró un poco de sopa, puedes con papel plástico sellarla y guardar una porción para las horas de estudio en la madrugada.

Si nada de esto funciona, te metes a promotor de eventos por Twitter, que aunque no te harás rico comoquiera que sea por lo menos entras al jangueo gratis. Además, tu nunca sabes, puede que allí te consigas el próximo “date”. Ay, perdón, para tener una relación seria y de cero interés. (-:

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