El reguetón nació en las duras calles, y como narradores de lo que sucedía en la brea sus exponentes tenían que ser criaturas noctámbulas y con una presencia que hiciera a cualquiera orinarse en los pantalones. Con la comercialización de este género urbano, atrás quedaron las cicatrices en los rostros de estos trovadores urbanos, y la gorra pa’ atrás fue sustituida por las bufandas. Además, se olvidaron de la esencia callejera, de las barbas que gritaban masculinidad, y ahora los cantantes hasta se depilan con láser y se untan crema en las manos como quinceañeras.
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Unos pocos han decidido mantener el estilo callejero y hoy en El Calce los mencionamos.
8. Papi Arca
Con cinco pies y cuatro pulgadas, este coloso del género no se ha dejado “meter las cabras” de nadie. Conocido como “la mirash”, y aunque nadie sabe qué realmente significa esto, pero el miedo que le tienen a este caballero ha provocado que ningún ser sobre la faz de la tierra se atreva a preguntar sobre la definición de su apodo. Austin Santos, quien si le pusieran unas alas de periquito podría tomar vuelo, es el único que puede ser conocido por ser un mama’s boy y no hay reguetonero que se atreva a decírselo frente a frente.
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7. Baby Rasta
Hay que ser “tough” de 'averdura’, tener 38 años, llamarse “baby”, poseer una voz de una niña de cinco años, y que toda la comunidad sienta temor con tu presencia. Wilmer Alicea es el 50 cent del reguetón, pues este recibió varios disparos en el año 2010 y sobrevivió. El señor Rasta es reconocido por ser el Benjamin Button del reguetón, y al igual que las estrellas de mar, este tiene la capacidad de autoregenerarse. Simple y sencillamente, Baby Rasta no es humano, damas y caballeros. Cabe destacar que este nunca se ha tirado una selfie frente al espejo, levantando dudas sobre si es vampiro.
6. Daddy Yankee
Muchos no estarán de acuerdo con que El Cangri esté en esta lista, pero si alguien merece ser mencionado lo es el señor Raymond Ayala. Para empezar, Yankee recibió un disparo que lo imposibilita hasta para hacer la coreografía de “La macarena”. Si ustedes se fijan en los videos de DY, notarán que sus pasos de baile son del torso hacia arriba, mismas coreografías que las combina moviendo la boca como si le hubiese dado un derrame cerebral. Asimismo, Daddy ha sobrevivido la cuchilla de las diferentes cirugías que ha tenido. ¿O acaso no han notado que DY tampoco envejece ni tiene líneas de expresión?
5. Cosculluela
Coscu es hoy por hoy la calle encarnada en un muchacho de tez blanca, perfectos dientes blancos y que disfruta degustar un croissant en las mañanas. Aunque José estudió en colegio privado y vivió toda su vida en un acomodado sector de Humacao, no se puede negar que cuando hablan de “la verdadera calle” hay que mencionar su nombre. Aunque este cantarín no tiene marcas de tatuajes y su color de piel no tolera ni media hora al sol, “El Princi” puede recrear en sus canciones una escena digna de las películas de Charles Bronson. Uno termina de escuchar a este muchacho y tiene el corazón a millón, pues entre los “plácata” y los “pruuum”, es como estar en una suave tarde de Kosovo.
4. Farruko
Carlos Efrén Reyes comenzó apenas hace unos añitos, pero rápidamente se ha consolidado como uno de los reguetoneros preferidos de las nenas de escuela superior. Con una voz que parece el susurro de un infante, Farruko decidió adoptar el estilo de Héctor El Father y ahora sale amenazando gente por Instagram a la menor provocación. Algo curioso de Farru es que cuando le hace una advertencia a sus rivales, se ríe para terminar la amonestación, algo que pone a uno nervioso y nos hace preguntar: ¿de qué diablos se ríe este? Hay que tener gallardía de sobra para tener peinados hechos por beauticians profesionales, y montársela a los demás de la forma que lo hace este joven de Bayamón.
3. J Balvin
En Puerto Rico nadie sabe mucho de este caballero, pues es de Colombia. Hace unos años el público boricua no aceptaba ningún cantante que no hubiese nacido aquí, pero J Balvin vino a cambiar la historia con su look de empleado de Zara. Con líricas parapelos como “peleamos, nos arreglamos, nos mantenemos en esas, pero nos amamos”, este joven de Medellín le hizo recordar a los puertorriqueños que Colombia no solo es un destino para operarse nalgas y senos, sino que también allí hay “malianteo del bueno”.
2. Ken Y
Este cantante saltó a la fama como miembro del dúo RKM y Ken Y. Aunque este binomio se dedicaba a cantarle al amor, fueron reconocidos porque Kenny era tan tenaz que nunca permitió que RKM cantara, y solo lo utilizaba para que este le cargara las maletas en los viajes. “Nosotros somos finos” repitió en más de una ocasión, demostrando que se puede cantar reguetón con voz apacible, pesar 115 libras y aún así tener el respeto de los colegas. Ken Y logró que hasta Héctor Delgado, quien era conocido como “el bad boy”, le cantara al amor y se retirara de la música abochornado.
1. Tito El Patrón
Sin duda alguna, Efraín David fue quien llevó la calle a la radio. El más delgado de “los bambinos” hizo un repentino cambio en sus líricas, y de cantarle al amor y al verano (TODOS los años con la misma canción, pero cambiando el orden de las letras y la pista) ahora entona estrofas sobre asesinar cantantes y disparar al aire. Cuando uno escucha la aguda voz de Tito, básicamente tus oídos sangran, lo que lo convierte en el reguetonero con más víctimas de la escena musical. Además, Tito es tan desalmado que sube videos a Instagram repartiendo besos, y luego sube otro mirando a la cámara sin parpadear, para que sepas que él domina el idioma de los dioses.